
Sindicalistas de Corea del Sur se unieron a los activistas sindicales de todo el mundo para pedir la liberación inmediata e incondicional de Mansour Ossanlu y Mahmoud Salehi, Corea del Sur, 6 de marzo de 2008. © ITF
Londres.- En Irán se encarcela a los sindicalistas independientes por defender los derechos laborales, mientras que las organizaciones obreras independientes son objeto de represión constante, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, a la vez que ha pedido a las autoridades de Teherán que respeten las libertades sociales y económicas básicas.
En un informe publicado hoy con el título Decididos a vivir con dignidad. La lucha de los sindicalistas iraníes por sus derechos, Amnistía Internacional revela la dureza con que se trata a los sindicalistas independientes que defienden los derechos de los trabajadores en el clima de represión imperante en Irán.
“Los sindicalistas independientes son obligados a pagar un alto precio por un gobierno que se muestra cada vez mas intolerante con la disidencia”, ha manifestado Malcolm Smart, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “El hostigamiento y la persecución de que son objeto parecen un intento desesperado del gobierno de evitar los disturbios sociales a que pueda dar lugar la nueva subida del precio de la gasolina y la electricidad que están sufriendo ya los iraníes.”
“El gobierno parece decidido a destruir los sindicatos existentes a la vez que continúa prohibiendo las nuevas organizaciones obreras independientes que han empezado a surgir, lo que constituye un manifiesto desprecio de las obligaciones internacionales de Irán como miembro de la OIT y de los derechos laborales de su propio pueblo”, ha señalado Shane Enright, asesor de Amnistía Internacional sobre cuestiones sindicales globales.
En un informe publicado hoy con el título Decididos a vivir con dignidad. La lucha de los sindicalistas iraníes por sus derechos, Amnistía Internacional revela la dureza con que se trata a los sindicalistas independientes que defienden los derechos de los trabajadores en el clima de represión imperante en Irán.
“Los sindicalistas independientes son obligados a pagar un alto precio por un gobierno que se muestra cada vez mas intolerante con la disidencia”, ha manifestado Malcolm Smart, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “El hostigamiento y la persecución de que son objeto parecen un intento desesperado del gobierno de evitar los disturbios sociales a que pueda dar lugar la nueva subida del precio de la gasolina y la electricidad que están sufriendo ya los iraníes.”
“El gobierno parece decidido a destruir los sindicatos existentes a la vez que continúa prohibiendo las nuevas organizaciones obreras independientes que han empezado a surgir, lo que constituye un manifiesto desprecio de las obligaciones internacionales de Irán como miembro de la OIT y de los derechos laborales de su propio pueblo”, ha señalado Shane Enright, asesor de Amnistía Internacional sobre cuestiones sindicales globales.