Cada vez somos más. Esta tarde, las movilizaciones contra las represas de Hidroaysén en la Patagonia han marcado una conmovedora jornada, con más de 70 mil manifestantes sólo en la Alameda. Mientras, en otras ciudades del país, masivas convocatorias durante ayer y hoy han demostrado un rechazo absoluto al proyecto de Endesa y Colbún.
De a poco fueron llegando niños, adultos y muchos jóvenes para participar de una nueva jornada de protestas. A eso de las tres de la tarde en Plaza Italia ya se congregaban unas 10 mil personas. Desde el poniente, por la Alameda, se sumaban otros miles más. Unas cuadras más abajo un grupo de estudiantes, otras más allá un grupo teatral recordándonos a los salitreros desde hace un siglo atrás y, a lo lejos, un centenar de mapuches que exigen la libertad de los comuneros presos en Angol.
Entre medio de la multitud flameaban banderas rojas, verdes, negras y de un sinfín de colores. Estaban también los vecinos de Ventanas que se oponen a la termoeléctrica Campiche, habitantes de Magallanes con sus banderas y del Cajón del Maipo, quienes manifestaban su rechazo al proyecto hidroeléctrico Alto Maipo.
En los bordes, en cada esquina y en las boca calles unos 800 policías observaban esta multitud ciudadana, pero pocos reparaban en ellos. Más bien aprovechaban el disponer de ambas calzadas de la Alameda vaciadas de buses y de autos para transitar a pie o en bicicleta.
“Esto es fantástico, si la prensa dice 80 somos 100 ó 150. Tenemos que estar aquí porque no queremos que nuestros hijos vean cómo se destruye nuestro planeta y no hacer nada”, reflexiona Marcela, estudiante de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, quien camina de la mano con dos pequeños. “Los traje aquí porque quiero crearles conciencia social, conciencia del derecho y el valor de la vida”, explica.
Un poco antes de las 4 de la tarde la marcha comienza. Están los ecologistas de Patagonia sin Represas y Acción Ecológica, pero también hay banderas de movimientos de izquierda, feministas, anarquistas, veganos, defensores de los animales, federaciones universitarias, de los sindicatos de Wall Mart, Jumbo y muchos más.
Los cánticos se repiten y retumban en la Alameda. ‘¡Patagonia sin represas!’, ‘¡No! ¡No! No a Hidroaysén’, y el que ya es un clásico: ‘Piñera con…, saco de … aprende a gobernar’. A un costado de La Moneda, un grupo de ciudadanos contra el proyecto Alto Maipo bailan la ronda al son de un peculiar ritmo: “La Patagonia es mía, me la quieren quitar”.
Un payaso en bicicleta arenga a la multitud en una esquina. A lo largo de la marcha diferentes bandas hacen bailar a la concurrencia: una banda de Hare Krishna hace saltar a una cuadra entera; más atrás otra banda cuyos músicos están pintados con sus bombos y platillos tienen otra fiesta: y casi al final, la banda Conmoción se ha sumado a la marcha con sus bombos, acordeones y tubas.
A la altura de Santa Rosa cualquier perspectiva de la Alameda hacia el oriente o el poniente da cuenta de un mar de gente. Al llegar frente a La Moneda la muchedumbre termina la primera parte del recorrido. Un diminuto camión puesto por los organizadores es el improvisado escenario.
ARMANDO UN PARO NACIONAL
Luis Mariano Rendón, de Acción Ecológica, fue uno de los primeros en hablar. Valoró el carácter pacífico y multitudinario de la protesta y advirtió al gobierno de Piñera, que ha cifrado sus esperanzas en que la convocatoria de estas manifestaciones al pasar las semanas decaiga, que ya se está preparando otra marcha para el próximo domingo, donde habría un escenario más grande y donde participarían más artistas.
“Piñera tendrá que escucharnos, y si no lo hace, tendremos que empezar a preparar un gran paro nacional”, dijo Rendón. “Esto no es solo por detener Hidroaysén y el resto de las represas. Esto es por cambios políticos que tienen que ver, por ejemplo, con que tengamos gobiernos regionales democráticamente elegidos” -agregó.
También se subió al escenario Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), quien dijo que “los estudiantes también nos hacemos presentes para apoyar esta causa, un movimiento que es transversal”.
Otros que se subieron al escenario móvil fueron actores y dirigentes sociales. Una de ellas, Vanessa Müller, dijo que “hay unos pocos que se siguen enriqueciendo y muchos que no tienen acceso. Este movimiento me interesa como uno que cuestiona un modelo de fondo que no nos permite la felicidad”.
El dirigente agregó que “una persona que sólo representa al 25% del país no puede estar sobre el 75% que rechaza el proyecto. Esto no es sólo para detener HidroAysén, ya que también es para provocar los cambios políticos que se le han negado al país. El mensaje del pueblo tiene que ser escuchado por Piñera y si no lo hace se viene un gran paro nacional”.
LOS CIUDADANOS OPINAN
En medio de la poderosa convocatoria ciudadana, cada uno de los presentes parecía tener una contundente opinión. “Esto es hermoso. Una manifestación cívica súper linda, ojalá todo termine bien y el Gobierno nos empiece a escuchar, que se de cuenta que la ciudadanía tiene algo que decir sobre el Chile en que queremos vivir”, reflexionó Jorge Donoso, miembro de la organización ambientalista Greenpeace.
Otros apuntaban a los amplios objetivos de la movilización. “Más que Hidroaysén estamos acá por la falta de democracia en las decisiones importantes del país. Obviamente queremos Patagonia sin represas, pero también queremos que se escuche la voz del pueblo en algo tan importante que es cómo queremos nuestro Chile”, declaró Claudio Bobadilla, del portal ciudadano La Pincoya Web. “Lo que estamos haciendo es sembrar porque en cualquier otra decisión importante para el país, las autoridades lo van a pensar dos veces”.
Los jóvenes, por su parte, aún se coronaban como la mayoría en medio de una marcha marcada por los diversos grupos etarios. “Este es un movimiento interesante para la apertura de la conciencia de las personas. Hay temas importantes que se están tocando acá, como lo de Monsanto e Hidroaysén. Acá no hay lucha de partidos, sino contra los poderosos, que son muy pocos y nosotros los pobres, que somos la mayoría de Chile, somos capaces de manifestarnos”, explicó Daniela García, estudiante de publicidad de 24 años.
Respecto a las esperanzas sobre los resultados de las amplias manifestaciones, las opiniones comenzaron a dividirse. “Esta es la manifestación del pueblo, lo más contundente contra las represas. Forzosamente va a tener que tomar otra decisión el presidente Piñera”, opinó Manuel Pinto, académico de la Universidad de Chile. Su perspectiva sería radicalizada cuadras más adelante por Claudio Calderón, dirigente sindical, quien aseguró que “el pueblo es capaz de sacar a gobernantes que no escuchan su voz”.
Por su parte, el conocido artista visual y escritor chileno, Pedro Lemebel, reflexionó: “Me parece que esta es una expresión libertaria y rabiosa del derecho a la geografía, del derecho al paisaje, a la propiedad de nuestras riquezas naturales frente al saqueo empresarial y a la voracidad de este gobierno sin vergüenza”. Al ser consultado sobre un eventual cambio de opinión por parte del Gobierno, Lemebel manifestó: “Yo no tengo contacto espiritual con ese caballero, ni lo quiero tener, pero de cualquiera de las dos maneras, está cagado, va a perder popularidad”.
Por último, Claudio Escobar, de la Brigada Nicolasita Inti Simón, reflexionó acerca del valor de la histórica jornada: “Esto es potente, se vio a un montón de gente de manera espontánea, entendiendo lo que estamos viviendo, que salió a la calle disfrutando de una nueva forma el espacio social, empoderándose, diciendo la calle es para expresar lo que nosotros sentimos. Se nota la revitalización de un país que parecía estar dormido”.
DE WELTA
Luego del acto frente a La Moneda, los manifestantes volvieron por Alameda hasta Plaza Italia, donde se culminaría con una intervención musical. Entre los artistas que participaron del evento están Héctor Pavez, Aldo Macha Asenjo, Titae Lindl, Álvaro Henríquez, Chinoy, Andrés Viviani y Legua York.
Pasadas las 19.00 horas, el vocalista de Chico Trujillo, Aldo Macha Asenjo, tomó el micrófono para dedicar unas breves palabras que hicieron saltar al público. “El Presidente tiene que ponerse los pantalones”, manifestó. “El Estado tiene que comprender que no nos puede seguir destruyendo”.
Tras el fin del acto, la mayoría de los manifestantes se retiró pacíficamente del lugar. Sin embargo, un grupo de encapuchados también demostraría su descontento, comenzando a enfrentarse con el resto de los ciudadanos que alegaban contra la violencia. Apenas unos minutos más tarde, el carro lanzaaguas de Carabineros haría su aparición frente a Plaza Italia.
EN ITALIA EL PERLA
De vacaciones en Italia, el presidente Sebastián Piñera dijo que “las personas merecen más protección que los árboles, nos preocupa mucho la protección del medio ambiente, pero nos preocupa mucho más la salud y la calidad de vida de los chilenos”.
Las palabras las dijo en respuesta a las multitudinarias manifestaciones producidas en rechazo al proyecto aprobado por el Ejecutivo. El Mandatario insiste en que es necesario ampliar la matriz energética, rechazando de plano la posibilidad de energías renovables y haciendo caso omiso a la masiva manifestación ciudadana de todo el país.
Por M. B. R y Vanessa Vargas Rojas
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