Dos activistas, una española y un mexicano que vive en España, acusan de “genocidio” a Marruecos mientras permanecen escondidos en El Aaiún. Hemos hablado con uno de ellos por teléfono, Antonio Velázquez.
P. Habláis de genocidio y sin embargo desde España se insiste en que hay mucha confusión sobre lo que realmente está pasando, ¿qué habéis visto con vuestros propios ojos?
Antonio: Mira, cada noche es algo terrible. La policía se mete en las casas, se oyen los golpes hasta que consiguen tumbar la puerta, oímos a la familia gritando, a las mujeres y los niños. Y luego se oye al joven o al hombre de la casa agonizando por los golpes que le están dando. Y eso no es fácil de escuchar. Que quede muy claro que esto no es cualquier cosa, que esto no es una estrategia mediática, que es real. Oímos el sonido de la tortura. No puedo contar casos demasiado concretos porque entonces la policía marroquí podría identificar dónde estamos exactamente, pero cuando lleguemos a España los contaremos.
P. Pero sabéis lo suficiente como para acusar de genocidio.
A.: Sí. Sabemos que hay fosas comunes, sabemos solo en el hospital militar hay 36 muertos, sabemos que hay una persona a la que han degollado y cortado los pies, que a un español le han torturado durante 5 días en la cárcel. Que hay presos políticos en los institutos porque en las comisarías no cabe nadie. En nuestra web hemos ido colgando vídeos y fotos que documentan lo que aquí está pasando.
A.: Sí. Sabemos que hay fosas comunes, sabemos solo en el hospital militar hay 36 muertos, sabemos que hay una persona a la que han degollado y cortado los pies, que a un español le han torturado durante 5 días en la cárcel. Que hay presos políticos en los institutos porque en las comisarías no cabe nadie. En nuestra web hemos ido colgando vídeos y fotos que documentan lo que aquí está pasando.
P. ¿Cuál es la actitud de la población marroquí?
A.: Durante los primeros días, los colonos marroquíes actuaron como si fueran policía secreta. Secreta y asesina. Quemaron casas saharauis con gente dentro. Robaron e incendiaron tiendas regentadas por saharauis. Dando palizas a gente sin motivo. Eso paró el día 11. En este momento los colonos marroquíes no atacan pero hay policías por todas partes. Han limpiado las calles de cadávares y coches quemados porque vino a visitar la ciudad el ministro del Interior.
Grupo de marroquíes avanzando con la policía durante los enfrentamientos en El Aaiún
P. Cadáveres en las calles, casas quemadas…. Describes la situación como si hubiera cientos de muertos.
A.: Sí. Por eso hablamos de genocidio. Han sido días de guerra. Esto es lo que está pasando, lo quieran ver o no. Pasan los días y sigue habiendo un estado de sitio.
P. Si vosotros, con protección mediática y diplomática, estáis escondidos, ¿cómo lo viven los saharauis?
A.: En la calle no hay saharauis. Después de todo lo que ha pasado, no hay ni manifestaciones ni protestas. Porque los que no están escondidos, están desaparecidos; y si no, están heridos; y si no, están muertos.
P. ¿Estabas en el desalojo del campamento de protesta?
A.: Sí, estaba allí durmiendo con una familia saharaui. Nos fueron desplazando con chorros a propulsión de agua caliente, golpeando a jóvenes y mujeres con una fuerza extrema. Luego empezó lo peor: la persecución. Después la ‘intifada’ [en árabe, levantamiento], sé que la policía se presentó con metralletas en la puerta de la familia que nos había cobijado durante el campamento. Si salimos de aquí con vida será un milagro.
P. ¿De verdad creéis que Marruecos se puede permitir diplomática y mediáticamente que os pase algo?
A.: Bueno, en realidad no. El eco mediático nos ha permitido ejercer nuestro trabajo aquí. Pero no tenemos seguridad. Aquí te tumban la puerta y te desaparecen. Aunque el Gobierno nos haya dado garantías, si dicen que los intereses económicos son más importantes que la vida de los saharaouis, yo no me puedo fiar del Gobierno.
P. Dice el Ministerio de Exteriores que os han ofrecido una salida segura y que os habéis querido quedar.
A.: Trinidad Jiménez nos llamó el sábado por la tarde. Nos ofreció una salida a través de un representante del Gobierno en El Aaiún, pero él mismo nos dijo personalmente que no podía garantizarnos que no nos fuera a pasar nada. Nos queremos ir, pero tienen que garantizar nuestra integridad física. No ha sido hasta esta misma mañana, después de las declaraciones de la ministra, cuando nos ha llamado una persona de confianza para darnos una vía que parece que sí es segura.
P. O sea, que os váis.
A. No, ahora tenemos que negociar. No nos vamos a montar en un avión dentro de dos horas, como ellos quieren. Pero es cierto que es momento de volver.
P. Cuando lleguéis a España, ¿qué?
A. Cuando lleguemos, difusión y esclarecer la muerte de amigos, conocidos, y mucha gente. Esto es ya un compromiso de por vida con el pueblo saharaui.
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Actualización, 17 Nov:
Video de RS Niños y mujeres huyen afectados por el gas lacrimógenoen el momento del asalto del ejército marroquí sobre el campamento
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