miércoles, 20 de julio de 2011

Wikileaks, ¿un intento de contra-revolución informativa?

Cuando el periodista de Reuters Andrew Marshall no está reuniendo artículos y citando a cabilderos pagados como Robert Amsterdam, está cribando los cables de Wikileaks en busca de rumores condenatorios y chismes contra la venerada monarquía de Tailandia apenas unos días antes de unas elecciónes nacionales muy cuestionadas. Al igual que en Túnez y Egipto antes de que la "primavera árabe" financiada por Estados Unidos se encendiera, Wikileaks de nuevo parece presagiar nuevos disturbios financiados por países extranjeros a punto de estallar en otro país.

Para ilustrar lo tenaz del "trabajo" de Marshal basado en Wikileaks, fíjese en el artículo de The Independent del Reino Unido, donde frases como "supuestamente", "al parecer", "un video que salió", "parecía mostrar," marcan casi cada frase. Esto se debe a que los cables de Wikileaks "no son hechos verificados, ni siquiera constituyen ningún tipo de evidencia real. De hecho, todo lo que son, son supuestas conversaciones, o supuestas conversaciones sobre supuestas conversaciones, a veces hasta tres veces eliminadas de la supuesta fuente. La única "credibilidad" de estos cables es la credibilidad que tengan los diplomáticos de EE.UU. que los escribieron- que por cierto no es mucha.

Marshall explica sus razones para dejar su trabajo en Reuters para escribir lo que él llama "la historia de Tailandia", en otro artículo publicado en The Independent explica, "hace tres meses he tenido acceso a la base de datos confidencial 'Cablegate' de los cables de EE.UU. que se creen fueron descargados por el soldado de EEUU Manning Bradley en Irak. Hay más de 3.000 cables sobre Tailandia. A diferencia de casi todos los informes sobre el país, los cables no se andan con rodeos cuando se trata de la monarquía tailandesa. Al leerlos me di cuenta de dos cosas. Que podría revolucionar nuestra comprensión de Tailandia. Y que no había manera de que pudiera escribir sobre ellos como un periodista de Reuters."

¿Cuanto cree Marshall que la dudosa palabra de diplomáticos de EE.UU. podría "revolucionar" la comprensión de Tailandia, asumiendo que somos personas objetivas que basamos un entendimiento sobre los hechos, no sobre rumores de fuentes menos dignas de  crédito? No lo sabemos exáctamente. Cómo puede servir esto como forraje para grupos de oposición financiados por países extranjeroses bastante obvio. Marshall continúa diciendo: "Yo no podía símplemente dejarlo e ignorar la verdad acerca de Tailandia. Los tailandeses se merecen el derecho a estar plenamente informados, para debatir sobre su futuro sin temor. Con gran pesar, renuncié a Reuters a principios de junio para publicar mi artículo para cualquier persona que quiera leerlo. "Una vez más, ¿cómo exactamente la palabra de diplomáticos de EE.UU. con tan dudosa reputación constituye" la verdad acerca de Tailandia "escapa a la explicación racional.

Marshall también afirma, "Tailandia está retrocediendo hacia el autoritarismo y la represión. Y una indicación marcada de esto es que sólo decirlo es ilegal. Cita al profesor Tailandés y británico Giles Ungpakorn, quien dice, "vive en el exilio en Londres después de huir de Tailandia, después de unas declaraciones de que difamó a la Corona." Marshall omite convenientemente que Ungpakorn fue un miembro destacado del movimiento del títere de globalistas multimillonario Thaksin Shinawatra, los camisas rojas, un confeso marxista, y en numerosas ocasiones, junto con sus compañeros camisas rojas, sugirió que los tailandeses tomaran las armas para instituir un estado socialista marxista del bienestar. 


O Marshall no hizo bien su investigación, o intencionalmente miente a su audiencia para ganarse la simpatía e invocar emociones, en lugar de proporcionar información objetiva para el racional y "plenamente informado" debate que afirma estar buscando.

Una filtración de Wikileaks convenientemente programada: No es la primera vez.
Esta seguramente no es la primera vez que los cables de Wikileaks han sido convenientemente destacados por los medios de comunicación propiedad de grandes corporaciones con el fin de suministrar material para los grupos de oposición con respaldo extranjero. Los activistas entrenados por Estados Unidos en Túnez y Egipto recibieron la similar "mano amiga" de Wikileaks, donde los cables con los chismes de diplomáticos de EE.UU. fueron acreditados para encender las "chispas" de las revoluciones. El Business Insider declaró: "Este es el WikiLeak que provocó la crisis de Túnez", en referencia a los cables diplomáticos de EE.UU. que hablaban de la corrupción del régimen de Túnez - un régimen que los EE.UU. habían estado financiando y al mismo tiempo a activistas para derrocarlos con años de anticipación, junto con activistas en Egipto, Yemen y Siria. Muy convenientes por cierto.

Wikileaks también ha estado muy ocupado después de la revolución, reforzando el barco que se hunde del títere de globalistas Mohamed ElBaradei, en Egipto, que fue atacado con piedras y llamado "un agente estadounidense" antes de que los cables revelaran cuanto desprecio tienen supuestamente los EE.UU. hacia el International Crisis Group Trustee.

Mientras que la palabra de un diplomático de EE.UU. carecería bastante de sentido, y por sí sola no valdría nada, el fenómeno de Wikileaks en realidad depende por completo de la preparación meticulosa de los medios para darcredibilidad a Assange y la "amenaza" que supone este para los individuos corruptos. En realidad, no es más que un disfraz, una maniobra burda diseñada para los más débiles, las mentes más impresionables, y Andrew Reuters Marshall es la última encarnación de esta táctica agotadora.

Marshall simplemente sirve como centro de un programa cuidadoso por parte de los medios de comunicación corporativos de presentar diplomáticos de EE.UU. y sus opiniones irrelevantes con respecto a su análisis particular de Tailandia.Teniendo en cuenta que el líder de la oposición de Tailandia, Thaksin Shinwatra, ha estado trabajando directamente con algunos de los más grandes lobbies más influyentes en los EE.UU. , incluyendo Amsterdam y Peroff (mencionado anteriormente como fuente de inspiración para todo un artículo de Marshall), Baker Botts, Barbour Griffith y Rogers, Edelman, y Kobre y Kim desde el año 2006, sería seguro decir que estos "diplomáticos" y sus "cables" representan un intento del gobierno de los Estados Unidos de cambiar el régimen y el restablecimiento deThaksin como líder de Tailandia. Estos diplomáticos y la corporatocracia que ellos representan tienen un interés invertido en Tailandia no sólo de criticar a sus diversas instituciones, sino también de socavar y dividir la ya antigua unidad deTailandia con el fin de derrocar y despojar a la nación.

Con la prefabricada "primavera árabe" convertida en una guerra regional de agresión, instigada por Occidente a través de la OTAN, y la necesidad declarada de cercar y de contener a China, Tailandia, Myanmar y otros países del sudeste asiático son los siguientes en la lista de desestabilización. Tailandia, en particular, sirve como un centro regional para las sediciosas redes de la sociedad civil para los globalistas, así como un centro logístico y económico. También ha sufrido el caos político desde el derrocamiento de Thaksin en 2006 y es un punto de partida lógico para un potencial "Verano Asiático." Las elecciones en Tailandia son en julio, y son de esperar la colección de Marshall de rumores diplomáticos de EE.UU., al igual que Wikileaks hizo para Túnez, como la excusa retórica para lo que los globalistas han estado diseñando durante años.


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