lunes, 11 de julio de 2011

¡¿Qué pasa con la palabra violencia?!

¡Por qué tanto énfasis con esta palabra! Mirando el diccionario he buscado su interpretación, Violencia: "se define como un acto intencional dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar". Su hermana homóloga Terrorismo: dice, "el uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o gobiernos, considerándose una forma de violencia política, se distingue también de los actos de guerra y de los crímenes de guerra". A continuación el Terrorismo de Estado: " consiste en la utilización por parte de un gobierno de métodos ilegítimos orientados ha inducir el miedo dentro de una población".
Las definiciones que se puedan encontrar en todos los diccionarios, pueden contener criterios diferentes, pero no deja lugar a dudas que parecen expresados y relacionados desde el poder y la dominación. La palabra violencia es la hermana pensadora del terrorismo el ejecutor de la perversidad. Por desgracia existe un amplio protocolo y una extensa carta de contenidos dirigidas a la destrucción. Muchas veces he oído que cuando se agotan las palabras empieza la violencia... pero los receptores padecen de sorderas crónicas o simplemente les resbala la cordura.

Lo que realmente quiero tratar, es sacarle el turbio color de esta palabra genérica que no tiene nada de simple y sí un alto contenido de apropiación indebida de quienes la utiliza en contra y para su propio beneficio, sobre todo con propagandas lascivas apuntando sobre gentes, sociedades, colectivos o personas normales que se defienden por instinto propio o defendiendo causas justas. Aunque también se ha parcelado de forma aislada dependiendo de la gravedad en los catálogos legales que circulan por todas las legislaciones de las instituciones, por ejemplo, la violencia de género, violencia juvenil etc.. pero las instituciones no hablan de las violencias que provocan ellos mismos y no están registradas en ningún articulado donde se pueda defenderse de tantas agresiones sistemáticas que vamos acumulando en el tiempo.
La explotación del hombre contra el hombre parece que se tenga asumido como algo irreversible, siendo la violencia más primaria de nuestras vidas desde donde no se recoge en ninguna ley institucional del mundo, con esta premisa se da un paso de gigante hacia otros conceptos no menos violentos como la expoliación, la exclusión, la extorsión, la impunidad, la represión, la opresión...un largo recorrido de despropósitos para someter a sociedades enteras. Todas estas atrocidades humanas no tienen forma aparente a no ser que rompas un escaparate y te etiqueten de "violento" como un criminal que atentas contra la propiedad privada y por lo tanto contra la sociedad.
La violencia no es ni blanca ni negra encierra muchas tonalidades de color gris, matices y relieves dependiendo con que óptica se mire... y mirando podemos ver la violencia desde las nuevas culturas audiovisuales de todo tipo de géneros, industria lucrativa desde dentro de nuestras casas o lugares de ocio, siendo este el principal proveedor popular, después están las exportaciones políticas promovidas por EEUU como principal dueño de los mercados violentos mundiales, imponiendo democracias con bombas y misiles si no compras las defensas logísticas que te imponen, y por último y la más cotidiana la que te hacen creer que los cuerpos represivos están para ofrecerte seguridad. 
Si consideramos que el pacifismo es la alternativa a la violencia, no tengo por menos que pensar que en muchas ocasiones no tendríamos que ser tan ilusos en pensar que con los diálogos se consigue todo lo que deseamos cambiar, un mundo mejor implicará luchas feroces como están ocurriendo en Grecia y en otros lugares del mundo... pero los poderosos no van ha dejar que les cambiemos su orden mundial que quieren establecer a como de lugar, emplearán todo su terror para aplastar las voces que van surgiendo.... luego llegará un día que con las manos levantadas no será suficiente para defender eso que llamamos dignidad y cuando veamos la necesidad de alzarnos la palabra "no a la violencia" se transformará en una defensa legítima, porque lo que nos depara no es una guerra entre naciones si no una auténtica lucha de clases contra los poderosos mundiales.
Maijos Cuacos
Expropiado de:


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