lunes, 25 de julio de 2011

Archivo histórico Tierra y Libertad

De toda la variada amplitud de prensa anarquista que ha recorrido la península ibérica en multitud de proyectos editoriales efímeros o de poca duración habría que destacar como contrapunto creativo por su longevidad y persistencia al periódico anarquista “Tierra y Libertad”.
Tanto es así que se convirtió casi sin quererlo, durante la época que analizamos en estas líneas, en el órgano oficioso de los grupos anarquistas del estado español. Habría que recordar, para no cometer errores de apreciación, que no será hasta 1927 cuando se constituya la Federación Anarquista Ibérica (FAI) que esta cabecera se convertirá en el órgano “oficial” del anarquismo organizado de nuestro país.
Pero anteriormente, y esta es la época que os estamos mostrando, aquella que va de 1904 hasta 1923 se irá ganando progresivamente una adhesión muy importante por parte del anarquismo organizado que se vera reflejada y reforzada en su mejor época que transcurrirá desde 1910 hasta 1919.
Una pequeña historia de la expresión y grito de rebeldía “Tierra y Libertad” (“Zemlia i Volia”) nos acerca al populismo ruso en su lucha contra el sistema político y económico zarista y en su deseo ferviente de libertad y de justicia del pueblo ruso.


Posteriormente este grito de rabiosa y deseada libertad traspaso fronteras y se convirtió en cabecera de algunos periódicos de inspiración anarco-comunista. Así nos encontramos que en Paris en octubre de 1884 apareció con el nombre de “Terre et Liberté”. Cuatro años después en 1888 en la localidad de Gracia (barrio actual de la ciudad de Barcelona) se crearía la primera cabecera de “Tierra y Libertad” de contenido claramente anarco-comunista y en la que Emilio Hugas y Martín Borras Javè era sus principales redactores.
Siguiendo este hilo cronológico, con el detalle que el historiador especialista en prensa anarquista, Francisco Madrid nos hace en su libro“Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz acrata” sobre este periódico, en su primer número nos afirmaba:

“Capital, propiedad, autoridad, este es el enemigo común; a él deben dirigirse todos nuestros ataques, enseñando al pueblo todos los crímenes, perfidias y traiciones de que se ha valido para dominar el mundo y demostrar con los ojos claros de la razón que todos los desheredados tenemos el deber de combatirlo sin tregua ni piedad, pues no la ha tenido ni la tendrá nunca de nosotros.” (Pag.73)  
Esta primera etapa fue breve en el tiempo publicándose únicamente 23 números, pero sirvió de base para interrelacionar a los grupos de afinidad anarquista que comenzaban a formarse en todo el país.

Posteriormente y ya en el siglo XX apareció otra cabecera denominada “Tierra y Libertad” en Madrid que estaría ligada a la labor de propaganda anarquista que desarrollaba la familia Urales. Durante el periodo que transcurre desde el 25 de enero de 1902 hasta el 25 de agosto de 1904, “Tierra y Libertad” sustituiría al “Suplemento a la Revista Blanca” y dentro de este breve periodo se convertiría en diario, concretamente desde agosto de 1903 hasta finales de ese mismo año.
Diversos inconvenientes, llevaron a traspasar posteriormente a los grupos anarquistas madrileños la cabecera de “Tierra y Libertad”constituyéndose al efecto el grupo anarquista “4 de mayo” de Madrid, que fue capaz de aunar a diversos grupos ácratas para que prestaran apoyo a la publicación. Así, ocurrió también en Barcelona constituyéndose otro grupo anarquista con el mismo nombre de “4 de mayo” que pasaría a formar parte de la redacción del periódico.

La represión que se ejercía en Madrid en 1906 sobre la redacción de “Tierra y Libertad” y los propios grupos anarquistas llevó a trasladar la cabecera de la misma a la ciudad de Barcelona en noviembre de ese mismo año, haciéndose cargo del mismo el grupo “4 de mayo” de la ciudad condal.

Siguiendo la descripción histórica de Francisco Madrid, en el libro anteriormente citado, sobre el cambio de residencia y la importancia progresiva que iba adquiriendo la publicación anarquista este autor nos señala:

“cumplió dos funciones esenciales en el seno del anarquismo barcelonés: por un lado, unificó los objetivos de los grupos que se aglutinaron en su entorno, y por otro sirvió de coordinación y enlace entre los mismos”(...) “Su desarrollo polarizaría los esfuerzos de los grupos anarquistas hacia un objetivo común. Progresivamente se iría convirtiendo en el depositario de las teorías anarquistas, consolidando de esta forma un prestigio como punto de referencia obligado. Aunque nunca llegó a convertirse en diario, pese a los esfuerzos que se hicieron, es indudable que en cierto modo sirve de barómetro para medir el grado de cohesión y fuerza alcanzado por el movimiento anarquista.” (Pag. 76-77)
De todas formas la consolidación del periódico en la ciudad catalana no fue fácil debido a problemas de financiación del mismo que lo llevaron a interrumpir su marcha en varias ocasiones. Asimismo los sucesos y la revuelta que supuso la Semana Trágica en varias ciudades de Barcelona en 1909 llevaron a la ilegalización del periódico barcelonés y a la represión brutal hacia los propagandistas y redactores anarquistas.

Será en la IV época del periódico anarquista que va del 24 de febrero de 1910 hasta el 15 de enero de 1919, donde “Tierra y Libertad”logró aunar y expandir su mensaje libertario por buena parte de la península ibérica, convirtiéndose en el vocero más reconocido del pensamiento anarquista de aquellos momentos.

Siguiendo el análisis histórico de Francisco Madrid sobre esta época dorada del diario anarquista, este nos manifiesta:

“Progresivamente “Tierra y Libertad” fue asumiendo el papel de depositario de la “ortodoxia anarquista”. El incondicional apoyo que recibía de todos los sectores libertarios españoles le permitieron sentar las bases para un desarrollo de la organización anarquista. Como punto de referencia obligado, fue la plataforma de apoyo y estimulo en la creación de diferentes federaciones anarquistas regionales, a las que prestó en todo momento una exhaustiva cobertura informativa. Desde esta privilegiada posición, enarboló la bandera del internacionalismo, frente al intervensionismo de algunos anarquistas que se pusieron al lado de las potencias aliadas en la gran guerra, lo que de inmediato fue considerado por el periódico como una “peligrosa desviación”. (Pag.84)
Asimismo fue un gran defensor del sindicalismo libertario y apoyó todas aquellas iniciativas y huelgas que suponían un avance en el camino de la liberación de los trabajadores y en la estructuración organizada del sindicalismo de raíz acrata para luchar por lo inmediato con la vista puesta en la tan deseada “revolución social” en el camino hacia una sociedad anárquica.
Aspectos tan destacados como la Revolución Mejicana (1910-1913) o la Revolución Rusa (1917) fueron claramente ensalzados por el periódico anarquista en sus ansias de recoger todo aquello que tuviera de positivo y transgresor de la dominación terrateniente o burguesa en el camino de una nueva sociedad sin amos ni esclavos.
Podríamos añadir otros elementos de análisis sobre este periódico acrata que pueden ser interesantes, pero preferimos daros una bibliografía mínima sobre “Tierra y Libertad” que os pueden orientar para un análisis pormenorizado del mismo.

Y sobre todo os invitamos a entrar en sus páginas, en su lenguaje, en sus modismos, en su discurso lleno siempre de un claro compromiso por la libertad con mayúsculas,
aquella que el imaginario libertario siempre ha deseado y que aún hoy en día sigue deseando con la misma intensidad vital y social.

Por último, y en el campo de los agradecimientos, queremos honorar a todos aquellos que han hecho posible que esta colección de “Tierra y Libertad” (1904-1923) pueda llegar al lector y al estudioso a través de la red de internet.
Muchos han sido los compañeros que lo han hecho factible a través de un proceso de trabajo lento pero eficiente. En primer lugar queremos destacar la labor desarrollada por el INSTITUTO DE HISTORIA SOCIAL DE ÁMSTERDAM , fuente básica de la mayor parte de la colección de“Tierra y Libertad” y sin la cual ésta hubiera quedado muy mermada en su orden cronológico. Agradecemos de manera especial a los compañeros de este Instituto, Kees Rodenburg y a Jaap Kloosterman por su labor eficiente y amigable para llevar a buen puerto el trabajo realizado. Por último agradecer a Paco Madrid, por su labor constante en relación a la difusión de la prensa libertaria y en especial al trabajo de simplificación técnica que ha desarrollado con la colección de “Tierra y Libertad” que en estas páginas os mostramos.

El nº1 de la publicación en 1904:
Periodico Libertario Tierra y Libertad n 1 de 1904                                                                                           


El nº10 de 1924:
Periodico Libertario Tierra y Libertad n 10 de 1925                                                                                           


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