La madrugada del 17 colocamos una botella incendiaria con mecha retardada en un cajero automático de Cajamadrid de la Avda. de Badajoz, en pleno barrio burgués de Arturo Escoria.
Una llamarada de solidaridad hacia todos y todas las golpeadas, humilladas y arrestadas en la manifestación del 15M, un recuerdo ardiente para Patricia Heras, madrileña que decidió suicidarse tras haber sido acusada en el montaje del 4F, torturada y encarcelada.
También queremos dedicar esta pequeña acción a los agentes de policía heridos en los disturbios del domingo, esperamos que sufran al menos una parte del dolor y sufrimiento que sentimos nosotros bajo sus porras y sus torturas.
Que sepan que también ellos pueden llorar.
Anónimo.
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