martes, 9 de agosto de 2011

Siria - 90 muertos tras la pasada del ejército por el pueblo de Hama

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, grupo independiente con sede en Londres, indicó este martes que la mayoría de las muertes se produjeron en Hama, ciudad objeto de intensas operaciones militares desde el domingo.
Al menos seis civiles murieron este martes en un asalto al suburbio de Erbin, en el este de Damasco, dijeron residentes a la agencia de noticias Reuters.
“Decenas de personas están heridas. Seis murieron, de las cuales tres han sido identificadas”, dijo un opositor.
Unos 1.700 civiles han fallecido desde que comenzaron en marzo las protestas, en su mayoría pacíficas, contra el gobierno del presidente Bashar Al Assad, estima la oposición.
Pero el régimen cuestiona esa cifra y atribuye la inestabilidad a una conspiración internacional con la participación de extremistas religiosos. El activista opositor Omar Hamawi, de Hama, dijo que las tropas del gobierno avanzaron unos 700 metros desde la entrada occidental, tomando posiciones cerca de las viviendas de una zona conocida como Plaza Kazo.
Señaló además que la fuerza estaba constituida por ocho tanques y varios vehículos blindados transportando a soldados.
Fue difícil para Al Jazeera confirmar en forma independiente las versiones del asalto.
Hamawi, quien habló con la agencia de noticias Associated Press vía telefónica, dijo que las tropas recibieron refuerzos en el lado oriental de la ciudad, en torno a la Prisión Central de Hama.
Además indicó que los habitantes de la ciudad vieron humo emergiendo de la cárcel en la noche y escucharon disparos esporádicos, lo que llevó a algunos a sospechar que se producía un motín.
Hamawi también dijo que varias partes de Hama fueron atacadas esta mañana con maquinaria pesada luego de bombardeos nocturnos aislados. Señaló que las bombas dieron en el Palacio de Justicia, en el centro de la ciudad, causando un gran incendio que afectó gran parte del edificio, donde funcionan varios tribunales.
En el frente diplomático, Italia informó este martes que había llamado a su embajador en Damasco, citando “la horrible represión” ordenada por el gobierno sirio a las protestas, e instó a los demás países de la Unión Europea (UE) a que hicieran lo mismo.
Roma tomó esa decisión “para enviar una fuerte señal de condena a la inaceptable represión” en Siria, explicó la subsecretaria del Ministerio de Exteriores italiano, Stefania Craxi.
Pero el llamado italiano a las demás naciones de la UE no recibió respuesta inmediata. Bélgica, Dinamarca, España, Gran Bretaña y Suecia dijeron no tener planes de convocar a sus embajadores en Damasco por ahora.
Francia también indicó que no preveía medidas inminentes de condena al gobierno sirio, sugiriendo que Roma no había hecho su propuesta a través de los canales diplomáticos oficiales y que no existía una directiva a toda la UE en ese sentido.
Italia también suspendió sus programas de cooperación con Damasco, a excepción de la ayuda humanitaria para los refugiados iraquíes, aclaró Craxi.
Mientras, la UE añadió al ministro de Defensa sirio, Ali Habib, y a varios otros funcionarios de seguridad a la lista de miembros del gobierno de Al Assad sancionados con el congelamiento de cuentas y prohibiciones de viaje.
Entre los nuevos sancionados se encuentran el jefe de seguridad interna y el jefe de inteligencia en Hama, lugar donde según el bloque europeo se está produciendo una “masacre” indiscriminada de civiles.
La UE ya había impuesto sanciones a Al Assad y a otros 29 individuos, y comenzó también a castigar a firmas vinculadas con las fuerzas armadas sirias.

Cibersoldados contra ciberactivistas 
1 parte


Captura de pantalla de un video de un ciudadano sirio durante la matanza que el Ejército del presidente Assad realizó en la ciudad de Hama, donde según el Centro sirio para los derechos humanos fueron asesinadas ayer domingo al menos 90 personas e decenas heridas.
La situación era la habitual en tiempos de revolución y miedo: un checkpoint militar, varios uniformados que paran los automóviles para registrarlos en busca de armas o activistas y un coche ocupado por dos jóvenes sirios aterrorizados ante la persepectiva de un arresto.
-¿Qué lleváis en el coche?
-Nada, nada.
-¿Seguro? ¿No llevaréis algún Facebook en el maletero?
La cara de los chavales tornó de temor y recelo a pura estupefacción, relata Rami Nakhle mientras se tuerce de risa. “Ni siquiera saben qué es eso de Facebook, pero han oído que es muy malo y tienen que preguntar”, explica entre carcajadas desde su domicilio de Beirut, un sencillo apartamento donde los ceniceros repletos de colillas y los termos de café son omnipresentes.
Soldados sirios controlan una carretera.
La imagen fue captada por un ciudadano
a mediados de mayo. (AP)
Es uno de los escasos
momentos de relax en la conversación con quien es considerado la cara pública de los ciberactivistas sirios que han construido la revolución contra Bashar Assad, y uno de los argumentos más esclarecedores de la contradictoria batalla que libra el régimen contra Internet, el único arma en manos de una población desarmada.
Pese a la ciberrepresión iniciada por el régimen -con cierta desventaja, dadas las“carencias técnicas”, como lo califica Rami, de una dictadura aislada durante cinco décadas- Facebook se ha convertido en un campo de batalla en el levantamiento sirio. Una treintena de grupos defienden al presidente, otra larga veintena llaman a la revolución: algunos de ellos son grupos tan importante como Syrian Revolution 2011, fuente de información de las protestas, o Comités de Coordinación Local, motor de las mismas.
Cuando a principios de año, antes del estallido de la revolución, el régimen abrió sorpresivamente el acceso a Facebook, bloqueada hasta entonces, los sirios se lanzaron a la red social. Un par de meses después, cuando la represión de las tímidas protestas y la detención de un grupo de adolescentes en Daraa por pintar un grafitti contra la dictadura desataron las primeras manifestaciones masivas, Facebook ya se había convertido en la herramienta imprescindible para organizar las marchas.
El disidente sirio Rami Nakhle,
 en su apartamento de Beirut.
(Mónica G. Prieto)
No había otra forma segura de hacerlo en un país militarizado: en su libro Siria, ni pan ni libertad el escritor y periodista Alan George calcula que la Muhabarat (Inteligencia) engloba a 65.000 empleados a los que hay que sumar centenares de miles de colaboradores a tiempo parcial, ocasionales o informantes. “En un país con 16.7 millones de habitantes [datos de 2001] hay un policía secreto a tiempo completo por cada 257 sirios. Si sólo contamos a los mayores de edad, hay un policía por cada 153 [adultos]“.
La única ventaja de los manifestantes es que la Muhabarat no estaba habituada a trabajar con Internet o con las redes sociales, al menos por un tiempo. Al comprobar el peligro que suponían las nuevas herramientas, el régimen se lanzó a la guerra en las redes con las mismas armas y reclutó una miliciael Ejército Electrónico Sirio (EES), una cibermiliciaen quien delegar la batalla que se libra en las redes encargada de “atacar sitios web de los manifestantes y Facebook”, como explicaba Ahed al Hendi, coordinador de Cyberdissidents.org, en declaraciones a AFP. “Muchos de esos comentarios son amenazas de muerte y acusaciones de traición”.
Imagen empleada por el
Ejército Electrónico Sirio
 en Facebook.
Se trata de deslegitimar a los activistas y presentar otra visión de los acontecimientos en Siria en la que el régimen es víctima de una conspiración, los uniformados son asesinados impunemente por civiles armados financiados desde el exterior y los manifestantes han sido manipulados por potencias extranjeras que desean ver Damasco caer, como ya ocurrió con Bagdad.
En su página web, el Ejército Electrónico de Siria se describe en tono heróico. “Entonces, ¿quiénes somos nosotros? ¿Cuál es nuestra causa? Somos un grupo de jóvenes sirios entusiastas que no pueden permanecer pasivos ante la masiva distorsión de hechos sobre los acontecimientos en Siria, y esa distorsión se lleva a cabo mediante muchas páginas de Facebook que trabajan deliberadamente para extender el odio y la intolerancia sectaria entre el pueblo de Siria y así alimentar el levantamiento”.
“Los responsables de los llamados [grupos de] Revolución Siria han adoptado Facebook como medio de comunicación para extender sus ideas destructivas (…) De ahí la necesidad de un Ejército Electrónico Sirio para parar esos planes sombríos contra nuestro adorado país. Combatámosles con sus propias armas, fue la idea que dio vida a este Ejército”.
Mohamed Merei es un “orgulloso miembro de este Ejército“, según confiesa en conversación electrónica conPeriodismo Humano. Este sirio residente en Latakia define la formación como “un grupo de sirios que aman su país, que hemos visto las campañas mediáticas engañosas y hemos decidido contar la verdad de lo que sucede en Siria. No somos hackers, sólo comentamos en los grupos de Facebook describiendo la realidad de los acontecimientos. Cuando leemos un comentario erróneo en cualquier página de Facebook, respondemos con la verdad y demostrando nuestro amor por Siria y nuestro enorme amor por el doctor Bashar Assad“.
Su punto de vista es aparentemente compartido por muchos otros. Pocos días después de la formación del grupo de Facebook del EES, sus seguidores sumaban 60.000, según sus propias cifras. “Las diferentes denuncias de los usuarios han logrado su cierre, pero ellos siguen abriendo una y otra vez el grupo”, continúa Nakhle, quien no tiene precisamente una buena opinión de los cibersoldados del régimen. “Los matones que golpean manifestantes por el día son los mismos reclutados para molestar a ciberactivistas por la noche”.
En su web, el EES afirma que Facebook ha cerrado su grupo en 22 ocasiones, pero eso no impide que ya esté circulando la enésima edición del mismo, abierta el 21 de junio. Merei, con una imagen del presidente sirio como foto de perfil, es miembro de éste y otros grupos Facebook a favor de Assad. Los hay multitudinarios, como Bashar al-Asad, con 196.000 seguidores, y otros más modestos como Cállate Obama, amamos a Bashar (casi 12.000)que también dispone de la variante Cállate Sarkozy, amamos a Bashar o el dramático -y tan árabe- Moriríamos por nuestro presidente. Pero los afines a los manifestantes no son menores. The Syrian Revolution 2011 cuenta con 234.000 seguidores: todo un reflejo de la división social que existe en el país y que tanto hace temer un conflicto civil.
Captura de una página web israelí
hackeada por el EES. (InfoWar Monitor)
Rami Nakhle y Mohamed Merei tienen versiones diametralmente opuestas de lo que está pasando en Siria. Para el primero, los ciudadanos son masacrados por exigir reformas democráticas, mientras que para el segundo una conspiración internacional ha armado a delincuentes para disfrazar de protestas lo que en realidad es un intento de cambio de régimen. “Cuando la crisis comenzó mucha gente se sumó a las marchas con objetivos legítimos”, considera Merei. “En Daraa querían cambiar al gobernador, y el liderazgo representado por el presidente aceptó esas demandas legítimas. Pero los oponentes fuera de Siria quieren explotar las protestas para sus propios fines, quieren usurpar el poder a cualquier precio. Por eso apoyan las manifestaciones, hacen entrar armas y contratan criminales para atacar a los manifestantes y decir después que son las fuerzas de Seguridad quienes matan a la gente”, explica este joven universitario.
Mohamed está visiblemente molesto por la cobertura, a su juicio sesgada, de la prensa occidental. “Ahora la crisis es global, Francia, EEUU y Turquía han metido sus manos en Siria para sacar provecho de la crisis. Los hombres armados arrestados confiesan ser apoyados por [el político libanés antisirio] Saad Hariri. En Jisr al Shoughor admiten que han recibido ayuda de la Inteligencia turca. El Ejército sirio ha arrestado a soldados turcos en tierra siria que entrenaban a hombres armados”.
Puntos de vista tan opuestos como encarnizado es el enfrentamiento entre los dos bloques, tanto sobre el terreno como en la red. En un estudio realizado por InfoWar Monitor, se detalla una masiva campaña de spam en los muros de Facebook así como unos 140 ataques del EES contra páginas occidentales e israelíes: las webs quedan bloqueadas con una imagen que incluye el siguiente mensaje con leves variaciones: “Somos el pueblo sirio, amamos a nuestro presidente Bashar Assad y vamos a recuperar nuestro Golán. Nuestros misiles aterrizarán sobre todos los que os atrevéis a pensar siquiera en atacar nuestra amada tierra”.
La avalancha de comentarios favorables al régimen en las redes sociales tiene como objetivo cualquier foro que, a juicio del EES, pueda contribuir a crear opinión favorable a Assad: desde el grupo de Facebook del Show de Ophra hasta el del Parlamento Europeo.
Las milicias cibernéticas fieles a la dictadura damascena no pueden ser vinculadas directamente con el régimen porque no existen pruebas, más allá de lo que dicta la lógica -en un país tan controlado como Siria es muy improbable que tantos usuarios trabajen a espaldas del régimen- y de la orgullosa mención que de ellos hizo Bashar Assad en su discurso del 20 de junio, cuando los describió como “un ejército real en un mundo virtual“.

Cibersoldados contra ciberactivistas
Parte 2


Rami Nakhle, de 28 años, conoce bien al EES porque él ha sido uno de susciberobjetivos. Este sirio procedente de la aldea drusa de Al Suweida, estudiante de Ciencias Políticas hasta que el pasado enero abandonó su país para refugiarse en el Líbano, fue durante tres años Malath Aumran -el pseudónimo seguido por 6.600 personas en Facebook y4.000 en Twitter- y sigueempleando su segunda identidad pese a que el régimen descubrió recientemente quién se esconde tras ella. Él es miembro fundador y portavoz de losComités de Coordinación Local que orquestan las protestas sobre el terreno. A ojos de los seguidores de Bashar Assad, Rami simboliza a todos los manifestantes que tratan de derrocar al régimen.
“En una ocasión, colgaron en mi muro de Facebook una amenaza: si sigues hablando,detendrán esta noche a tu hermana“, explica hoy en su refugio libanés. Eso le detuvo durante unos días, para más tarde -al constatar que nada había ocurrido- volver a la acción. “Aún  no son serios, se limitan a insultos y amenazas. Tememos que traten de organizarse sobre el terreno porque su líder está amenazando de muerte a los familiares de los activistas”.
A sus espaldas, Nakhle tiene un largo historial de presiones por parte de la policía secreta siria. Tras el asesinato de una amiga en un crimen de honor y la escasa justicia que se hizo al asesino -fue condenado a seis meses de cárcel- Rami se transformó en militante del Observatorio Femenino Sirio, una ONG tan ilegal como cualquier otra en esta dictadura árabe. Desde la facultad de Ciencias Políticas, Rami ganó en formación y en activismomediante su personaje, Malath Aumran –malath significa refugio en árabe–, Aumran es el nombre de su hermano- pero también atrajo la atención de la Muhabarat.
Fue interrogado unas 40 veces en 2010, calcula, y en aquellos desagradables encuentros tuvo ocasión de constatar la escasa formación de los agentes en lo que a Internet se refiere. “Me preguntaban cómo accedía a Facebook y yo respondía que mediante unproxie de Google. Respondían: ‘Entonces tendríamos que prohibir Google‘. Me temo que era la primera vez que oían hablar de Google”. Terminó pagando 500 dólares para salir ilegalmente de Siria y encontrar asilo en el Líbano.
Según Rami, el cursillo intensivo en informática que implica la actual revolución no está dando resultados entre los agentes. “Cuando arrestan a manifestantes, les piden que escriban su e-mail en un papel. Y cuando éstos lo hacen, se enfadan. ‘¡Escríbelo en árabe, no en inglés!“, explica entre carcajadas. Las páginas hackeadas por el EES no suelen pertenecer a grupos políticos sino, a menudo, a empresas privadas o instituciones públicas sin ningún papel en los eventos de Siria. Sin embargo, la iniciativa del EES y la orgullosa mención del presidente sí ha hecho reaccionar a un temido enemigo, Anonymus.
Captura del mensaje de
Anonymus al presidente sirio.
¡Felicidades, Señor Assad! Acaba de recibir la atención de Anonymus“, rezaba un post colgado en una página web.
Nakhle confirma que la comunidad onlineefectivamente se ha puesto en contacto con los ciberactivistas sirios para boicotear al régimen a su manera, y en resultado de la colaboración entre ambos han sido hackeadas 92 páginas vinculadas al régimen, “lo cual tampoco sirve de mucho”, se encoge el activista de hombros. “En una ocasiónpenetraron en la web de la agencia oficial de noticias, Sana, y cambiaron los contenidos con noticias desde el punto de vista de la oposición”, rememora. Hace 10 días la página del servicio postal sirio amanecía tomadapor una organizacióndenominada Unión de Hackers Sirios Libres que anunciaban a Bahsar al Assad su inminente caída.
“Facebook se ha convertido en la única plataforma capaz de unir a decenas de miles de personas de todo el país”, dice Nakhle. Sin esta red social no se entienden los Comités Locales de Coordinación, alma de las protestas y canal de información que cuelga los vídeos y las imágenes de las protestas en YouTube y Flirk para subsanar la ausencia de prensa independiente, vetada por el régimen. “Comenzamos siendo una decena de conocidosque compartíamos el miedo y la voluntad de cambio, y que llevamos trabajando cinco años en el activismo. Pensábamos que esto ocurriría dentro de 20 años, no ahora. Cuando comenzó, lo primero que pensamos es que necesitamos prensa para que no nos maten impunemente y que Siria impide la entrada a todo medio independiente. Y nos convertimos en periodistas”.
De aquel pequeño grupo han pasado a centenares de pequeños grupos en todo el país. No se conocen entre ellos, se encuentran en los chatroom de Internet y mantienen contactos cada 24 horas para compartir información. Graban con móviles todo lo que ocurre pese a ser así objetivo de los uniformados. “Cada cual se responsabiliza de verificar la información en su lugar. Llaman a sus vecinos y conocidos para confirmar lo que está pasando. Nuestras fuentes son activistas, abogados, periodistas, profesores, humanitaros… fuentes de primera mano, y esa red de contactos se ha extendido hasta los medios de comunicación”. En marzo sólo había comités de coordinación en cuatro ciudades sirias; en abril ya había en 40 lugares del país. Se terminó estableciendo un comité nacional el 2 de mayo para aglutinar y hablar con una sola voz.
Internet es su mundo y Facebook su país. Algunos temen que el régimen abriera esta red social precisamente para rastrear a sus usuarios más activos y llegar a otros activistas, para reforzar la represión, pero sin la red social lo que está ocurriendo en Siria es inimaginable. Y no lo tienen fácil: según Reporteros Sin Fronteras, Siria es uno de los 10 principales enemigos de Internet. Muchas páginas están bloqueadas y las detenciones en los cibercafés sirios son habituales, pero ningún activista se arriesga a utilizar estos establecimientos para colgar vídeos u opiniones. Muchos ni siquiera usan sus ordenadores, fáciles de vigilar. “Desde que Facebook se puede descargar como aplicación para el móvilnadie usa computadoras“, explica Nakhle. “Cualquiera tiene un móvil con el que poder grabar y difundir lo que está pasando”.

Información recopilada en:


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