Felip Puig ordena identificaciones e imputaciones de un número elevado de personas que el 15 de junio participaron en el bloqueo simbólico del Parlamento de Cataluña.
El consejero Felip Puig desveló, durante su comparecencia en la comisión de Interior del Parlamento de Cataluña del 23 de junio, que había dado instrucciones directas a la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC) en el sentido de investigar los co colectivos de activistas que participaron acción simbólica de bloqueo de las puertas del Parque de la Ciutadella el día 15 de junio. Se da la circunstancia de que gran parte de la cúpula de esta división policial, a día de hoy, está imputada por numerosos delitos de colaboración con una red de narcotraficantes y por obstrucción a la justicia. Son seis los mozos de la CGIC que deberán hacer frente a estas acusaciones penales y que, paradójicamente, han recibido todo el apoyo político e institucional del consejero Felip Puig. El subinspector Antonio Salleras, que también ocupa el cargo de máximo responsable anticorrupción del cuerpo, es el principal imputado, pero también le acompañan dos sargentos, dos cabos y un agente.
Todo ello deriva de una investigación del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, dirigido por el magistrado Joaquín Aguirre, que en un auto hecho en febrero pasado tuvo que dejar claro que llegaría hasta el final de las investigaciones "caiga quien caiga ", en una clara alusión a la defensa acérrima de los agentes imputados que pocos días antes había hecho el consejero Puig. En concreto, se acusa a los policías de haber omitido de sus investigaciones varias llamadas telefónicas interceptadas por la CGIC, que demostrarían la implicación delictiva de algunos mozos de escuadra en una red de narcotráfico a raíz de la desarticulación de la que fueron detenidos un subinspector de la comisaría de Vilanova, un cabo que trabajaba en la cárcel Modelo y un agente de la comisaría de Sant Cugat del Vallès. El juez, entre otras pruebas que los inculpan, cuenta con una grabación de vídeo donde se ve el subinspector Salleras y el subinspector de Vilanova detenido (José Ranea) en el paseo Marítimo de Vilanova. Según el magistrado Aguirre, en este encuentro Salleras alertó Ranea de la investigación en curso y este segundo puso esta información en conocimiento de la red de narcotraficantes.
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