"“Vivimos en las sombras, ¿eso es algo que el Estado tolera?”, preguntó el huelguista tunecino Abdul Hatzi, que vive en Grecia desde hace 18 años. Pero hace ocho, no le renovaron el permiso de residencia y pasó a ser un inmigrante indocumentado. “Grecia es responsable de lo que nos pasa”, sostuvo Hatzi. “Europa respaldó regímenes que empobrecieron nuestros países en el norte de África y participó en guerras que destruyeron las sociedades. Ahora nos consideran una amenaza. Pero no lo somos”, alegó. “Sólo pedimos ser libres y llevar una vida decente. Grecia debe cambiar su política de inmigración y comenzar a abandonar el acuerdo de Dublin”, añadió.
Según el pacto Dublin II, los solicitantes de asilo deben registrarse en el primer país en el que toman contacto con autoridades. Ese estado, entonces, es responsable de evaluar el estatus de la persona en el futuro.
Si la persona desplace a un país distinto al de su primer ingreso puede ser devuelta al estado en el que se registró por primera vez..
Dublin II fue muy criticado por activistas de derechos humanos como mecanismo para levantar los muros de la “fortaleza europea” y permite que los países desarrollados reduzcan su responsabilidad frente a los inmigrantes a expensas de los estados fronterizos.Las autoridades y los principales medios de comunicación han presentado la huelga de hambre como un hecho aislado de un grupo de radicales, dejando de lado las cuestiones migratorias y de asilo que levantan la temperatura de una sociedad polarizada."
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